miércoles, 15 de octubre de 2008

Más vale pequeño...

La gran Soho me pidió ir en contra de mi religión, ir en contra de todos mis principios básicos, de mis más férreas creencias, en suma defender lo indefendible: un pene pequeño. Lo hice, qué más da, y al hacerlo me di cuenta de que además de estrecha soy flexible:
"El preferir un pene pequeño no deja de ser una cuestión política: para alguien que, como yo, se ha criado en un hogar de izquierdas lo más natural es alinearse con el proletariado del sexo y no con la aristocracia del falo. Un dato: los propietarios de penes pequeños, por lo menos los que yo he conocido, alguna vez han sufrido, como las mujeres, la envidia del pene, y es hasta encantador compartir ese sentimiento y casi natural excitarnos juntos al hablar de otros penes en la cama... (Continúa AQUÍ)

2 comentarios:

Vomito Ergo Sum dijo...

Pertenesco al proletariado. Chispas. Podré vivir con eso.
Pd: Genial el librito. Mi madre se escandalizó y dijo que era una perversión; pero no me lo quizo devolver y lo lee a escondidas

Anónimo dijo...

El enlace no funciona :( me gustaría leerlaaae