domingo, 14 de septiembre de 2008

La vida, algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una verdadera lástima lo de DFW. Recuerdos a Javier Calvo, prologuista de tu libro y que consiguió lo imposible: traducir a David Foster Wallace al español.

gabriela wiener dijo...

y además lo tradujo brillantemente