martes, 20 de enero de 2009

Gatúbela en Moleskine



Ivan Thays, finalista del último premio Herralde, me ha dedicado un generoso post en su visitado Moleskine que acoge el portal ElBoomeran(g). Al parecer lo puse en aprietos pues su hijo de seis años encontró mi libro y le preguntó por la chica de la foto. Me encanta su enfoque sobre el disfraz (ya alguien del que hablé en este blog había comentado lo de los personajes enmascarados que habitan el libro pero todavía nadie había dicho que yo era uno más). También me gusta mucho ser la chica del grupo, la gatúbela (cat woman) entre superhéroes y villanos.

4 comentarios:

zeta dijo...

Linda foto O_O

Anónimo dijo...

ser la chica en el grupo de hombres es lo mejor que me pudo pasar cuando era una chibola. te cambia todo :)

Miguel Rodríguez dijo...

Muy buena Wiener.
No sabes cuánto lamenté cuando terminé tu libro.


Como cuando se tiene buen sexo ; quise más.


Saludos.

Anónimo dijo...

Gabriela mezla adecuadamente las palabras para que se conviertan en un melodrama adrenalínico (macho o hembra), aunque a veces aquel pan con mango sólo se quede en una vanidad patética y bizarra, sobre todo en aquellas grandes caídas en las que me sumergí gracias a los momentos menos licenciosos de su inspiración, probablemente. Lo digo porque mi olfato sexual es apremiante, y de hecho, e innegablemente, una mujer puede ser más juiciosa al analizar la verdadera intención de la autora. Sin embargo, el libro está logrado. Es húmedo e inteligente, por ende peligroso
Para escribir fuerte y claro no sólo se necesita ser un ratón de biblioteca, como lo es Gaby aunque no aparente, sino también dotarse de ego, personalidad, soltura y mucho sexo por un año!!! Aunque, una vez más, apriete a mi doble moral. Iván, el comentario es atinado, sin embargo, al leerte y releerte me encuentro ante alguien a quien le cuesta decir !qué rico que huele SEXOGRAFÍAS! y dice, por el contrario: "el sexo no se aparta de la vida misma" (a modo de ejemplo, no es explícito) He allí la diferencia entre Iván y Gaby, y desde luego que no son ni parecidos, excepto por el talento.

Slds

Sandra.