domingo, 10 de agosto de 2008

Ludoteca de Estío

Columna Sexografías
El País
GABRIELA WIENER 05/08/2008
Hace unos días llegó a mi oficina un patito de goma. Otro regalo de alguna agencia de publicidad que quiere ser simpática, pensé, y se lo llevé enseguida a mi pequeña hija, que últimamente se pasa todo el día en la bañera. Cuando posé el patito sobre el agua me di cuenta de que no era un pato común y corriente. Quiero decir, que al contacto con el líquido elemento, el bicho amarillo se sumergió y empezó a temblar como un poseso. A mi niña le encantó, pero descubrí entonces que era un patito vibrador, pero no de juguetería sino de sex shop.

Para evitar confusiones, hay cosas que hay que saber respecto a la oferta lúdico-sexual de la temporada: los patos de pico tierno son estimuladores del clítoris y los peces rollo Nemo son variedades de dildo. No se lleva un lubricante anal efecto calor, sino efecto frío, y, salvo en los preservativos, no se lleva el látex soporífero en la piel, sino el desnudo puro y duro.
Y hay más en esta ludoteca de estío sólo para adultos. Otra vez los dichosos tuppersexs. Ya sabemos que las asesoras de tupper van a nuestra casa con toda su lujuria a cuestas a hacer demostraciones a grupos de chicas que no siempre terminan en orgías lésbicas. Pues para este verano han dado un paso más y van con sus perfumes de feromonas, pezoneras de caramelo y vibradores en forma de lengua hasta la paz de tu retiro vacacional. La Maleta Roja, por ejemplo, tiene distribuidas a 35 asesoras de Tupper en todas las zonas turísticas de España y dicen llegar hasta cámpings, hoteles y apartamentos particulares. La tienda erótica Amantis ha lanzado un concurso que premia la mejor fotografía de tu juguete sexual. Los llevas en la maleta y les haces fotos al lado de Machu Picchu o en el Vaticano. La novedad: no se lleva una muñeca hinchable sino un calamar. Cuesta creerlo, pero los moluscos son el último grito de la moda en entretenimiento erótico. No es casual que los japoneses dibujen colegialas acosadas por tentáculos de pulpos enormes y que haya un subgénero pornográfico con bestias marinas. Sí, los pulpos son carnívoros y les va el hard. También suelen expulsar un líquido cuando están contentos -aunque sea negro- y, a diferencia del ser humano, tienen la gran ventaja de ser sordos.
No hay que olvidar además que ocho brazos valen más que dos (aunque sean invertebrados). Y para aquellos a los que no les gustan los pulpos en vivo, hay vibradores, condones y toda clase de trastos cachondos inspirados en las texturas y apéndices pulposas. Yo estoy pensando llamar a las de La Maleta Roja para que me digan cómo hacer pulpo a la gallega.


Gabriela Wiener es autora de Sexografías (Melusina, 2008).

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