miércoles, 11 de junio de 2008

Cuando llevas una polla en el bolso


Esta mañana me dirigí con la polla de Nacho Vidal en el bolso a mi encuentro con Laura, periodista de El Mundo para una entrevista. Quise colaborar con la sesión de fotos llevando algo de utilería. Craso error. A mí se me ocurrió que podría funcionar una foto en plan fetiche dándole un pisotón. Pero el fotógrafo no pudo evitar la tentación de fotografiarme en pose contemplativa frente a aquella réplica colosal, que además es protagonista de una de las crónicas del libro. Conclusión: la imagen es bastante parcial. Si el viernes salgo en el periódico mirando un polla en actitud devocional hay que creerse sólo la mitad.

De regreso iba muy campante bajando por la plaza San Jaume y picando unos cachuetes crocantes de una bolsa de plástico cuando un chico se me puso en frente. Casi no lo reconozco, alguien con traje a esa hora de la mañana sólo podía querer venderme algo o ser un Testigo de Jehová. Pero no, era un antiguo conocido, abogado en ejercicio, que regresaba de los tribunales que tienen su cede por allí cerca.

Le conté lo del libro, de dónde venía y le enseñé coqueta lo que tenía dentro del bolso.

-Esa la conozco- dijo.

Es la de Nacho Vidal, tamaño natural, le dije queriendo hacerme la graciosa.

-Claro, claro, si nosotros teníamos una como esa en la oficina, hasta que alguien se la robó. Todavía no encontramos a la/el culpable.

Para no alargarlo más: supe en ese momento que mi amigo es parte del bufete de abogados que le lleva las cuitas a Nacho. La estrella del porno les regaló una polla, como a mí en su día. De repente me vi contándole que yo había escrito una crónica sobre un encuentro que tuve con Nacho Vidal y en un delirio me permití bromear con genuino nerviosismo: "Imagínate que me denuncia y tú tienes que acusarme, jeje".

Puso cara de abogado y me dijo que de la parte penal se encargaban otros. La palabra penal me asustó bastante pero volvimos a sentirnos los dos amigos que éramos, comentando a cerca de los bemoles de ser un hombre público como Nacho y de que cualquiera pueda llevar su polla en el bolso.


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